¿Cómo surgió la idea de convertirnos en Thelma y Louise? ¿Ruta 66 de Chicago a Santa Mónica? No voy a mentir… la idea surgió hace algún tiempo, una de esas noches que empiezan tranquilas pero terminan con grandes planes. Serían más o menos las dos de la mañana, en la puerta de un bar de Madrid. Con un ron en la mano y Los Hombres G de fondo, surgió la pregunta del millón: ¿Cuál sería el viaje de tu vida?
No hizo falta ni pensarlo. Las dos lo teníamos claro: volar a Chicago, alquilar un coche y recorrer la mítica Ruta 66 hasta llegar a Santa Mónica. Kilómetros de carretera, ciudades llenas de historia y pequeños pueblos con encanto. Todo esto, con una mezcla de paisajes que nos haría sentir en una película. Esa noche soñamos en grande. Nos prometimos hacerlo juntas algún día… y luego, como suele pasar con los planes de madrugada, lo dejamos olvidado en un rincón.
Hasta que este verano, entre la rutina y el calor, me vino a la mente ese sueño. Decidí que no podía esperar más. Es el momento de hacerlo realidad. Este blog no solo va a ser nuestro diario de viaje, sino también una guía para otros aventureros que quieran lanzarse a vivir la Ruta 66.
Vamos a contar cada detalle: desde cómo organizar el viaje, hasta los mejores planes en cada ciudad. Hablaremos de los museos que no te puedes perder, los restaurantes que te harán salivar y los rincones secretos que solo los locales conocen. Todo estará aquí.
Ya tenemos en mente algunas paradas que nos emocionan especialmente. Empezaremos en Chicago, con su vibrante vida cultural y esos rascacielos que te hacen sentir pequeña pero poderosa a la vez. Luego, St. Louis nos espera con su famoso Arco Gateway, la entrada oficial al Oeste.
Más adelante, está Albuquerque, donde planeamos descubrir la cultura del suroeste de Estados Unidos. Nos atrae su mezcla de tradiciones nativas y el encanto del desierto. Y, ya que nos ponemos a soñar, hemos decidido hacer unos desvíos interesantes. Uno de ellos será hacia Las Vegas, para disfrutar de sus luces, espectáculos y esa energía única. Otro desvío imprescindible es el Monument Valley, con esos paisajes de otro mundo que parecen sacados directamente de una postal.
Finalmente, después de kilómetros de carretera y paisajes impresionantes, llegaremos a Santa Mónica. Allí, la Ruta 66 toca el Océano Pacífico, cerrando con broche de oro nuestro viaje. Sí, el plan es hacerla enteeeeeeera: Ruta 66 de Chicago a Santa Mónica.
Es un proyecto que nos llena de emoción y ganas de compartir. Si tú también estás pensando en hacer la Ruta 66, quédate por aquí. Vamos a llevarte desde Chicago hasta Santa Mónica, compartiendo cada paso del camino. No olvides suscribirte para recibir todas nuestras actualizaciones sobre la planificación, las paradas más interesantes y todos esos secretos que iremos descubriendo en este viaje épico.